Sata García Molinero
Sata García Molinero, Madrid 1992
Durante el tiempo que Sata pasó en la residencia elaboró una suerte de bandera que recopilaba algunos de los saberes populares transmitidos de generación en generación por las mujeres que actualmente habitan Fuentes de la Alcarria. Gracias a una primera toma de contacto al salir de misa, que acabó transformándose en un encuentro divertidísimo a la hora del café y otros tantos en cuevas y patios con Angelines, Ana, Carmen y Mari Paz, Paula, entre otras, pudo recopilar recetas como la del jabón casero, canciones o usos de plantas medicinales como la elaboración del aceite de hipérico, que acabaron por conformar un paisaje que dejaba entrever la MATRIA de Fuentes. Unos conocimientos que lejos de estar escritos en los principales manuales de historia, fueron compartidos con la autora y con el resto de los residentes poniendo en práctica la gran generosidad, memoria y cariño de las personas que participaron en el proyecto. Un ejercicio colectivo que visibiliza la importancia de los saberes femeninos, abrazando la importancia de perpetuar tanto una buena receta como las puntadas de los remiendos que finalmente tanto ayudaron a formalizar esta pieza.